BUENOS AIRES.- A 15 días del procesamiento del vicepresidente, Amado Boudou, en la causa Ciccone, la oposición renovó sus críticas hacia el funcionario y advirtió que pondrá “toda la presión” para que el segundo de la presidenta, Cristina Fernández, no vuelva a presidir sesiones en la Cámara de Senadores.
Así lo manifestó ayer la senadora radical Laura Montero, quien remarcó que la oposición va a “insistir” y pondrá “toda la presión que sea necesaria frente al bloque oficialista” para que el vicepresidente no encabece sesiones en la Cámara Alta.
En tanto, desde del oficialismo, el jefe del bloque del Frente para la Victoria en el Senado, Miguel Angel Pichetto, admitió que “indudablemente” el procesamiento del ex ministro de Economía impacta en los postulantes a la presidencia del kirchnerismo de cara a las elecciones de 2015.
Tras la ausencia de Boudou en la sesión donde se aprobó el proyecto que otorga inmunidad a los bancos centrales extranjeros, el senador nacional Ernesto Sanz indicó que hubo “mucha tozudez” por parte del oficialismo para asumir que la presencia del vicepresidente en su función “es inconveniente para el propio funcionamiento del Gobierno, del Congreso y de la representación Argentina en el exterior”.
Además, el presidente de la UCR insistió en que “el propio bloque oficialista fue el que le pidió” a Boudou que “diera un paso al costado” y no presidiera la sesión en la Cámara de Senadores porque se dio cuenta que con su presencia “no iba a poder sacar una ley importante”.
Pichetto explicó que intervino para que Boudou no presida la última sesión en la Cámara Alta porque, indicó, había una “cuestión de Estado” que era “priorizar la sanción de una ley que era promovida por el gobierno nacional”. “Intervine porque privilegié sacar una ley que la Argentina necesita para el intercambio con bancos centrales de otros países, que es muy importante, especialmente por un acuerdo con la República de China que está próximo a firmarse”, insistió.
Para Montero, el segundo de la Presidenta “no” volverá a encabezar los debates en el Senado porque, explicó, “el rol del vicepresidente es un rol esencial que tiene dos funciones institucionales: reemplaza a la presidenta y el otro es el del doble voto”. “El vicepresidente de la Nación tiene, ni más ni menos, un rol de desempate y no es cosa menor. Esto lo hace utilizando su buen criterio, saber o entender, escuchando la caja de resonancia del Congreso”, subrayó.
Al respecto, Sanz manifestó que “a esta altura es imprescindible que el Gobierno tome esa decisión (de pedirle al vicepresidente que dé un paso al costado) porque sino afecta el normal funcionamiento de toda institucionalidad”. Por su parte, el jefe del bloque de diputados radicales, Mario Negri, señaló que el segundo de la Casa Rosada “genera mucha incomodidad” en los kirchneristas que, a su juicio, “están fatigados” por el caso Boudou.
“El vicepresidente no es el estandarte por el que querrían dar la vida. Además, es complicado: Boudou no está procesado por haber levantado una billetera en la calle. Lo que se le imputa está directamente relacionado con la gestión pública: cohecho y negociaciones incompatibles”, remarcó. (DyN)